«Dos jóvenes reciben una paliza en Palma por ser gais y hablar en catalán».
No sabemos muy bien como comentar esta noticia. Si ningún acto de violencia puede ser justificado, cuando le añades odio y desprecio porque el otro «es diferente», caes más bajo aún.
Un atraco con violencia ya es de por sí deleznable, pero cuando justificas una paliza por que «es maricón»(o negro o mujer o hablar en catalán o lo que sea), desaparece tu dignidad como persona, como ser humano.
Y no hablamos solo del violento que levanta la mano. Hasta hemos leído comentarios del tipo «Es que iban provocando, cogidos de la mano y besándose».
¿De verdad? ¿En serio? ¿Provocando por cogerse de la mano?
Todo nuestro apoyo, en lo que valga y pueda servir, a los dos agredidos.